Para concluir nuestro tema, El Marxismo y la construcción del Partido, ocupémonos de las tesis del c. Mao Tse-tung sobre la necesidad del Partido, su construcción y la lucha en su seno. En la cita inicial de este articulo se transcribe precisamente su tesis sobre la necesidad del Partido. Sería inútil redundar.
Pasando al problema de la construcción partamos de que en "Problemas de la Guerra y la Estrategia", el c. Mao sienta la construcción sobre el principio universal de la violencia revolucionaria. Así nos enseña:
"La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la lucha armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este revolucionario principio marxista-leninista tiene validez universal tanto en China como en los demás países".
Partiendo de este principio marxista-leninista y diferenciando el desarrollo de la revolución en los países capitalistas y en China, en el mismo trabajo estableció:
"En China, la forma principal de lucha es la guerra y la forma principal de organización el ejército. Todas las demás formas como las organizaciones y luchas de las masas populares, son también muy importantes y absolutamente indispensables, y de ningún modo deben ser dejadas de lado, el objetivo de todas ellas es servir a la guerra. Antes del estallido de una guerra todas las organizaciones y luchas tienen por finalidad prepararla. Después del estallido de una guerra, todas las organizaciones y luchas se coordinan de modo directo o indirecto con la guerra".
Desarrollando el problema de la construcción del Partido, el c. Mao Tse-tung en "Acerca de la aparición de la re vista El Comunista" plantea y resuelve fundamentales problemas. Así nos plantea que, en primer lugar, el Partido Comunista de China mantuvo grandes y numerosas luchas, las cuales se forjaron sus militantes, sus cuadros y sus organizaciones; que obtuvo grandes victorias y también sufrió serías derrotas; y que comprender las leyes del desarrollo del Partido requiere analizar su propia historia y extraer de ella la solución de sus problemas de construcción.
En segundo lugar, del enjuiciamiento de su propio Partido en sus relaciones con la burguesía y sus relaciones con el frente único y la lucha armada, establece la siguiente gran tesis:
"A través de estas complicadas relaciones con la burguesía china, la revolución china y el Partido Comunista de China se han ido desarrollando. Esta es una particularidad histórica, una característica del desarrollo de la revolución en las colonias o semicolonias, característica, ausente en la historia de la revolución de cualquier país capitalista".
Esta cuestión es básica para nosotros, los comunistas y revolucionarios peruanos, pues también nuestra sociedad es semicolonial y semifeudal de lo cual deriva que nuestra revolución sea también democrática-burguesa, como la primera etapa de la revolución china; Y que, en consecuencia, "los blancos principales de la revolución sean el imperialismo y el feudalismo".
En tercer lugar, la revolución china presenta dos peculiaridades; en las propias palabras del c. Mao:
"Así la formación por el proletariado de un frente unido nacional revolucionario con la burguesía o la forzada ruptura de este frente, en primer lugar; y la lucha armada como forma principal de la revolución en segundo término se han convertido en las dos peculiaridades fundamentales en el curso de la revolución democrático-burguesa en China".
En cuarto lugar, de lo anterior se desprende que la construcción y desarrollo del Partido Comunista de China no se puede entender al margen de esas dos peculiaridades que son cuestiones básicas de la línea política de la revolución democrática. Como el mismo gran dirigente nos enseña:
"Los reveses o los éxitos del Partido, sus retrocesos o avances, la reducción o ampliación de sus filas, desarrollo y consolidación, no pueden dejar de estar ligados a las relaciones del Partido con la
burguesía y con la lucha armada. Cuando la línea política del Partido resuelve acertadamente la cuestión del establecimiento del frente único con la burguesía o de la forzada ruptura de dicho frente unido, el Partido da un paso adelante... del mismo modo cuando el Partido aborda en forma correcta la lucha armada revolucionaria, da un paso adelante ... el curso de la construcción del Partido y de su bolchevización ha estado así estrechamente ligado a su línea política, a su planteamiento acertado o erróneo de las cuestiones del frente unido y de la lucha armada".
En quinto lugar, se desprende el problema de una dirección acertada de la revolución china. En el folleto comentado se sienta la siguiente tesis que debe hacernos meditar muy seriamente para ver en qué medida llevamos un rumbo correcto:
"El frente unido, la lucha armada y la construcción del Partido constituyen, pues, tres cuestiones fundamentales de nuestro Partido en la revolución china. Una comprensión correcta de estas tres cuestiones y de sus relaciones mutuas significa ya una dirección acertada de toda la revolución china".
Y, finalmente, deslindando. el papel del Partido se señala, en el mismo folleto:
"La experiencia ... nos demuestra que el frente unido y la lucha armada son las dos armas básicas para vencer al enemigo. El frente unido es un frente unido para mantener la lucha armada. Y las organizaciones del Partido son los heroicos combatientes que manejan estas dos armas el frente unido y la lucha armada para asaltar y destruir las posiciones del enemigo. Tal es la relación mutua existente entre estos tres factores".
He aquí, a nuestro entender, el fundamento ideológico y político de la construcción del Partido en un país semicolonial y semifeudal establecido magistralmente por el c. Mao Tse-tung; la importancia de estas cuestiones no pueden ser soslayadas en modo alguno, pues como el mismo nos enseña: "el que la línea en lo ideológico y político sea correcta o no, lo decide todo.".
Sobre esta base ideológica y política el c. Mao Tse-tung sienta su plan de construcción organizativa del Partido, de su táctica y principio de lucha. Este problema está planteado en el punto 6 de su artículo "Expandir audazmente las fuerzas antijaponesas" (Tomo II, pág. 453). Analicemos el problema. En primer lugar, establece la política de construcción organizativa en las zonas dominadas por la reacción:
"En las primeras (las dominadas), nuestra política es mantener clandestina la organización del Partido y hacerla compacta, selecta y eficaz, permanecer a cubierto por largo tiempo, acumular fuerzas y esperar el momento propicio, y no precipitarse ni exponerse".
En segundo lugar, establece el principio de táctica que debe ser guía. "Conforme al principio de luchar con razón, con ventaja y sin sobrepasarse, nuestra táctica en la lucha contra los recalcitrantes es combatir sobre un terreno seguro y acumular fuerzas utilizando todo lo que permitan las leyes y decretos del Kuomintang y las costumbres sociales".
En tercer lugar, establece la penetración en las organizaciones reaccionarias y el trabajo de los revolucionarios en las mismas.
En cuarto lugar se señala la política básica: "En todas las zonas dominadas por el Kuomintang, la política básica del Partido consiste igualmente en desarrollar las fuerzas progresistas (las organizaciones del Partido y los movimientos de masas), ganarse a las fuerzas intermedias (la burguesía nacional, los shenshí sensatos, las tropas 'heterogéneas', los sectores intermedios del Kuomintang, los sectores intermedios del ejército central, la capa superior de la pequeña burguesía y los partidos y grupos políticos minoritarios, siete categorías en total) y aislar a las fuerzas reaccionarías, a fin de vencer el peligro de capitulación y lograr un cambio en la situación".
En quinto lugar, se sienta la necesidad de prepararse para contingencias: "Al mismo tiempo, debemos estar plena mente preparados para enfrentar cualquier situación de emergencia a escala local o nacional".
En sexto lugar, resalta la clandestinidad: "Las organizaciones del Partido en las zonas del Kuomintang deben mantenerse en la más estricta clandestinidad".
En séptimo lugar, se destaca la verificación de los miembros de los Comités. "En el Buró del sudeste y en todos los Comités provinciales, especiales, distritales o territoriales, cada uno de los miembros del personal (desde los secretarios del Partido hasta los cocineros) debe ser sometido a una severa y minuciosa verificación y es absolutamente inadmisible que ninguna persona susceptible de la más ligera sospecha permanezca en estos organismos dirigentes".
Y, finalmente: "Debe ponerse mucho cuidado en la protección de nuestros cuadros".
Todas estas son certeras y valiosas instrucciones sobre la vida organizativa y la lucha del Partido.
En cuanto a la lucha interna, basta recordar que es precisamente el c. Mao Tse-tung quien ha desarrollado magistralmente la comprensión de la lucha en el Partido, como reflejo de las contradicciones de la lucha de clases y entre lo nuevo y lo viejo en el mundo social; más aún sienta que la lucha dentro del Partido es la lucha de dos líneas que cubre todo su proceso de desarrollo y que si tales contradicciones y luchas no se dieran "la vida del Partido tocaría a su fin". Asimismo, él es quien, para un desarrollo correcto de la lucha en el seno del Partido, planteó la tesis de "sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro, y tratar la enfermedad para salvar al paciente". Esta gran tesis debemos aplicar la tenazmente, hoy más que nunca, recordando su contenido: "Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores cometidos, y analizar y criticar en forma científica todo lo malo del pasado para que en el futuro el trabaja se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir 'sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro'. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico trata un caso con el único objeto de salvar al paciente y no de matarlo".
El c. Mao ha resumido la gran experiencia histórica del PCCH, en cuanto lucha de dos líneas, con las siguientes palabras: "Hay que practicar el marxismo y no el revisionismo: unirse y no escindirse; ser franco y honrado y no urdir intrigas ni maquinaciones. Hay que sujetarse a esta gran lección; sin embargo, no debe perder nunca la vigilancia pues, como el mismo enseñara en 1964: "Hay que estar alertas contra los que urden intrigas y maquinaciones. Por ejemplo: han aparecido en el Comité Central Kao Kang, Yao Shu-shi, Peng Te-juai, Juang Ke-cheng y otros. Toda cosa se divide en dos. Algunos se empeñan en tramar intrigas. ¿Qué vamos a hacer sí quieren actuar así? ¡Incluso ahora hay personas que se disponen a complotar! El que existan conspiradores es un hecho objetivo y es una cuestión de si nos gusta o no" .
Pero ¿para qué es la lucha en el Partido?, en último término para mantener la unidad y para persistir en el marxismo, para rechazar la escisión y repudiar el revisionismo; pues, como el mismo enseña, la unidad se levanta sobre la lucha y es lo relativo y aquélla lo absoluto. Así, en consecuencia, la lucha es para mantener la unidad sobre el marxismo, ya que la unidad es importante: la unidad interna del Partido y la unidad entre el Partido y el pueblo son dos armas de incalculable valor para vencer las dificultades. Todos los camaradas del Partido deben apreciarlas".
He aquí, tesis sustantivas del c. Mao Tse-tung sobre la necesidad del Partido, su construcción y la lucha dentro del mismo. Debemos estudiarlas porque ellas son decisivas para guiar la construcción del Partido del. proletariado en nuestra patria.
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FUENTE: BANDERA ROJA N° 46. Agosto de 1976.
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